En un documento presentado recientemente por el Consejo Nacional de Gerentes de Enseñanza y Coordinadores de Residencias de Salud en República Dominicana, se han revelado importantes debilidades que afectan el funcionamiento de las residencias médicas en el país caribeño.
Esta entidad, aún en formación, ha llevado a cabo su primera actividad con el objetivo de establecer un comité gestor para abordar estos problemas.
Uno de los problemas destacados en el informe es la carencia de herramientas tecnológicas y materiales en los hospitales donde se llevan a cabo las residencias. Esta falta de recursos dificulta el adecuado aprendizaje y desarrollo de las habilidades médicas de los residentes, limitando su capacidad para brindar una atención de calidad a los pacientes.
Además, se ha detectado una dispersión de los programas de formación en distintos centros médicos del país. Esta falta de centralización dificulta la estandarización de los contenidos y la supervisión de los residentes, lo que puede comprometer la calidad de su entrenamiento. Es necesario establecer estrategias de coordinación entre los hospitales y asegurar que los programas de formación cumplan con altos estándares de calidad.
Otro aspecto preocupante es la baja remuneración del personal que realiza las residencias médicas. Los residentes, a pesar de estar trabajando largas horas y enfrentando una gran carga de responsabilidad, reciben salarios insuficientes que no corresponden al nivel de compromiso y dedicación que requiere su labor. Esta situación puede desmotivar a los jóvenes médicos a seguir especializándose y comprometer la calidad de la atención médica en el país.
Para abordar estas deficiencias, el Consejo Nacional de Gerentes de Enseñanza y Coordinadores de Residencias de Salud en República Dominicana propone una serie de acciones. Entre ellas, se destaca la necesidad de invertir en la adquisición de equipos y materiales necesarios para el desarrollo de las prácticas médicas, así como de establecer convenios y protocolos de coordinación entre los distintos centros de formación.
Asimismo, se requiere una revisión de los salarios y condiciones laborales de los residentes, garantizando una remuneración justa y acorde a su nivel de compromiso y responsabilidad. Esto no solo contribuirá a motivar a los médicos en formación, sino que también asegurará la atracción y retención de profesionales de calidad en el sistema de salud dominicano.