EFE – Una paparazi denunció al rapero estadounidense Kanye West, ahora conocido como Ye, por agresión y violación de sus derechos civiles alegando haber sido atacada mientras ejercía su profesión en enero.
La situación entre los fotógrafos paparazzi y las celebridades siempre ha sido tensa, y cada vez que hay un incidente, se desata un debate sobre la privacidad y los derechos civiles de ambas partes. En esta ocasión, una paparazi llamada Nichol Lechmanik ha denunciado al rapero estadounidense Kanye West, ahora conocido como Ye, por agresión y violación de sus derechos civiles.
Según la demanda de Lechmanik, West la atacó mientras ejercía su profesión en enero pasado. Según detallaron, la fotógrafa se encontraba en el interior de su automóvil esperando la salida de Kim Kardashian, expareja del acusado, de un evento deportivo cuando se percató de que West y otro paparazi estaban teniendo un acalorado enfrentamiento, así que comenzó a grabar la escena
El rapero se dio cuenta de que Lechmanik estaba filmando y se dirigió hasta su vehículo para arrebatarle el móvil de las manos “con rabia” y después arrojarlo a la calle, explicó la mujer.
El abogado de West ha negado rotundamente las acusaciones y ha argumentado que Lechmanik estaba acosando a su cliente y que actuó en defensa propia. La batalla judicial se anuncia larga y difícil.
La situación hace que se pregunte si una persona que trabaja en los medios tiene el derecho a acosar a una persona para obtener una fotografía, o si la violencia es la respuesta justa a este tipo de comportamiento.
La situación entre Lechmanik y West es delicada, y es importante tomar una posición responsable y justa al respecto, buscando siempre mantener un equilibrio entre todos los derechos involucrados. Esperemos que, tras este incidente, la industria de los paparazzi se replantee sus métodos, y que las celebridades no se vean obligadas a recurrir a la violencia para proteger su derecho a la privacidad.
