Desde hace cuatro días, el sindicato de transporte de Belladere Kuefe Haití ha mantenido bloqueado el lado haitiano de la puerta fronteriza Carrizal, ubicada en Comendador, Elías Piña.
Este conflicto ha generado tensión y caos en la zona, con informes de disparos y una multitud de nacionales haitianos corriendo despavoridos en todas direcciones.
El bloqueo inició el pasado jueves y ha generado una serie de inconvenientes para los habitantes de la región, así como para aquellos que necesitan cruzar la frontera entre Haití y República Dominicana. El sindicato de transporte exige mejoras en sus condiciones laborales y el incremento de las tarifas de transporte, argumentando que el gobierno no ha respondido de manera satisfactoria a sus demandas.
La situación se ha tornado cada vez más tensa, con enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Los militares del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Territorial (CESFRONT) han intentado mediar en el conflicto, pero hasta el momento no se ha logrado un acuerdo que satisfaga a ambas partes.
Este bloqueo ha afectado significativamente el comercio y el transporte de mercancías entre ambos países, generando pérdidas económicas para los empresarios y dificultades para los ciudadanos que dependen de dicha actividad. Además, ha aumentado la preocupación por la inseguridad en la zona, con reportes de robos y actos violentos.
Las autoridades dominicanas y haitianas se encuentran en conversaciones para buscar una solución pacífica a este conflicto, con la intención de restablecer el flujo normal en la frontera. Sin embargo, la falta de acuerdo entre el sindicato de transporte y el gobierno haitiano ha complicado las negociaciones.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación ante la situación, instando a ambas partes a buscar una solución dialogada que permita restablecer la paz y el orden en la zona fronteriza. Se espera que en los próximos días se logre algún avance que permita poner fin a este bloqueo prolongado y reanudar las actividades normales en el área.
Mientras tanto, los habitantes de la zona fronteriza se mantienen a la espera de una pronta resolución, con la esperanza de que sus vidas vuelvan a la normalidad y se restaure la tranquilidad en la región.
