Santiago inicia sus Juegos Panamericanos con rock, folclore y poesía

Santiago de Chile dio inicio el viernes a los primeros Juegos Panamericanos de su historia con una ceremonia en la que buscó exaltar su diversidad geográfica y cultural, y apeló a la unidad del continente en el mismo escenario en el que hace 50 años una sangrienta dictadura dejara profundas heridas que persisten hasta hoy en la nación sudamericana.

Se trata del evento deportivo más importante que le tocó organizar a este país de geografía angosta, situado entre la Cordillera de los Andes y el océano Pacífico, desde el Mundial de fútbol de 1962.

Con los picos nevados de la cadena montañosa como testigos silenciosos, el Estadio Nacional — llamativamente con sus tribunas incompletas — quedó en penumbras hasta que un solo de batería de Juanita Parra, integrante del legendario grupo de rock local Los Jaivas, puso fin a la espera de cuatro años y dio la bienvenida a más de 6.900 deportistas procedentes de 41 países.

En el mismo escenario de hazañas deportivas y también de las atrocidades cometidas durante los primeros meses de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), varias decenas de acróbatas y grupos folclóricos locales representaron la diversidad geográfica y cultural de Chile antes de que los versos de poemas de Pablo Neruda (1904-1973) y Gabriela Mistral (1889-1957), en la voz de la actriz local Amparo Noguera, invadieran el recinto deportivo.

Al ritmo de la canción oficial de los Juegos “A la cima”, interpretada por la rapera chilena Ana Tijoux y el grupo de hip hop local Movimiento Original, Argentina dio inicio al desfile de los atletas, que en un hecho inédito se trasladaron desde la Villa Olímpica en metro.

Los deportistas de Guatemala no pudieron exhibir sus colores patrios y desfilaron con los colores neutrales de Panam Sports debido a la sanción impuesta por el Comité Olímpico Internacional contra ese país por injerencia gubernamental en la política deportiva.

El cierre del desfile corría por cuenta de los anfitriones, encabezados por sus abanderados, la nadadora cinco veces olímpica Kristel Köbrich y Esteban Grimalt, del voleibol playa.

Santiago 2023 tendrá un programa de competiciones más amplio que el de los Juegos Olímpicos con 39 deportes, la mayoría en el complejo deportivo montado en los alrededores del Estadio Nacional.

Del total de disciplinas, 21 repartirán boletos directos a los Juegos Olímpicos y otros 12 servirán para alcanzar marcas clasificatorias o puntos para el ranking a poco menos de un año del inicio de París 2024.

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